¿Cómo hacer que el espíritu de emprendimiento que hay en Colombia aflore y se convierta en un factor de suma importancia en el desarrollo de nuestro país?
La mentalidad empresarial no es sólo para empresarios. Debe incluir una variedad de partes interesadas que estén dispuestas a apoyar y cooperar con esfuerzos dinámicos. [1]
Lo primero es seguir creando políticas a corto, mediano y largo plazo que fortalezcan el espíritu emprendedor en nuestros jóvenes y niños; para lo cual debemos ser persistentes en el sistema de educación de nuestro país, permitiendo a nuestros párvulos desde sus primeros años, crear una dinámica de emprendimiento en su vida. Esto se logra rodeando a nuestros niños de docentes y colegios o escuelas involucrados en el tema, tal como ya lo viene haciendo Bogotá Emprende, entre otras instituciones, motivándoles desde sus comienzos sobre la importancia de generar empresa y contribuir con el desarrollo armónico de nuestra economía, (generar empleo más no ocupar empleo), estrategia que permitirá además cambiar la cultura del no pago y de la ilegalidad que emerge por estos días en Colombia.
El Estado debe continuar generando políticas que regulen el emprendimiento y las actuaciones de los pequeños empresarios, facilitando el camino del emprendedor en la formalización, financiamiento y puesta en marcha de sus iniciativas.
Priorizando y creando mecanismos que permitan al emprendedor desarrollarse, por tal motivo generar políticas que incentiven e inviten a cristalizar las ideas emprendedoras en empresas productivas. Es allí donde la educación, las universidades juegan un papel de suma importancia.
Al ser el emprendimiento parte fundamental del crecimiento económico de los países, gracias a su capacidad innovadora, se convierte en un factor que incide en el crecimiento de la economía; es por ello que debe ser dirigido de manera correcta.
Colombia cuenta con una alto porcentaje de informalidad empresarial que nos lleva a presumir que el empleo generado por este, también es informal, su capacidad de endeudamiento es limitado y su crecimiento es impredecible, obstaculizando el crecimiento de las empresas legalmente constituidas y en consecuencia obstruyendo el desarrollo económico.
[1] Fuente: GEM Global Report 2010.
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